7 de noviembre de 2013

¿Cómo afrontar la eyaculación precoz?


Entre los problemas de la salud masculina más frecuentes, la eyaculación precoz ocupa un lugar destacado. Son muchos los que sufren dificultades a la hora de mantener relaciones sexuales, siendo incapaces de controlar su nivel de excitación. La frustración que ello puede causar no es solo una pesada carga para el hombre, sino también para su pareja. Y es que muchas mujeres afirman haber perdido el interés por el sexo como consecuencia de los trastornos de la función eréctil o eyaculadora que presentan sus chicos. Y es que la eyaculación precoz, al igual que la impotencia o la falta de deseo, no solo es un problema personal. Hacerle frente pasa en gran medida por asumirlo y buscar una solución conjunta. 

Eyaculación precoz y crisis de pareja
Los especialistas distinguen entre dos tipos principales de eyaculación precoz: primaria y secundaria. Mientras una se da desde el inicio de la vida sexual del hombre, la otra puede surgir de forma circunstancial y no tiene por qué hacerse crónica. Se considera que los factores psicológicos son clave en el desarrollo de esta patología, desbancando a los motivos fisiológicos (relacionados normalmente con lesiones neuronales). El estrés, la ansiedad, la falta de confianza con la persona con la que van a mantenerse relaciones sexuales o los problemas de pareja pueden afectar de forma decisiva al rendimiento del hombre en la intimidad. La preocupación hace que en ocasiones éste no sea capaz de controlar la evolución de su excitación, llegando al clímax demasiado pronto. Nada más empezar los prolegómenos sexuales o una vez iniciada la penetración, el eyaculador precoz alcanza el orgasmo. Ello provoca inevitablemente un sentimiento de frustración tanto en él como en su pareja, pues el coito finaliza de forma abrupta, sin que ésta haya podido disfrutar del mismo. 

Soluciones conjuntas para la eyaculación precoz
Tal y como nos recuerda la campaña de salud pública "Not just a moment", esta disfunción sexual masculina es cosa de dos. El hombre no debería estar solo a la hora de afrontarla, pues de su solución depende también el placer de la pareja. Los especialistas recomiendan acudir al doctor de cabecera o al urólogo para obtener un diagnóstico preciso que permita determinar las causas exactas de la eyaculación precoz. Solo entonces se podrá prescribir un tratamiento u otro. En general, suele recurrirse a la terapia psicológica de tipo conductual. Así se ataja de raíz el origen del problema. Esta opción tiene buenos resultados a medio y largo plazo, trabajando sobre los diversos condicionantes de la sexualidad masculina. Sin embargo, también existen tratamientos complementarios en forma de medicamentos para la eyaculación precoz. La dapoxetina es el principio activo contenido en Priligy, la primera formulación comercializada para este fin en exclusiva. Hasta el momento se han estado utilizando antidepresivos, con resultados desiguales. Otras opciones son el empleo de sprays retardantes o la práctica de diversas rutinas de ejercicios que permitan aumentar el control del hombre sobre la expulsión del semen. 

4 comentarios:

  1. Las soluciones para la eyaculación precoz son tan variadas como tipos de persona. Me ha gustado mucho el artículo por la reflexión de esto mismo. Un saludo :)

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    1. ¡Gracias, Carlos! Espero que sigas encontrando útiles mis artículos. Un saludo :-)

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  2. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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