La actividad física regular es uno de los pilares básicos a la hora de blindar nuestro organismo frente a todo tipo de enfermedades y agresiones externas. Ya sea a través de la práctica de algún deporte reglado, asistiendo al gimnasio o haciendo ejercicio de forma individual, mantenerse en forma es muy importante para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo y nuestra mente. Además, no hay que olvidar que al hacerlo estamos también mejorando nuestro aspecto. Ambos factores se unen para estimularnos e invitarnos a ir cada vez un poco más allá en nuestras rutinas. Para lograrlo, nada mejor que los llamados complementos dietéticos. Las vitaminas ocupan en ellos un lugar destacado. Conozcamos un poco más de cerca sus beneficios.
Vitaminas y rendimiento deportivo
Cuanta más actividad registre nuestro cuerpo, mayor desgaste estará sufriendo. Por eso, en ocasiones es recomendable compensarlo con suplementos vitamínicos. Los más usados entre deportistas, tanto de élite como aficionados, son los siguientes:
- Vitamina B-1 (Tiamina). Interviene en el metabolismo de los hidratos de carbono y en la transmisión de impulsos eléctricos.
- Vitamina B-2 o Vitamina G (Riboflavina). Participa en la respiración celular, siendo esencial para cualquier proceso de producción de energía. También es importante a la hora de mantener la salud de las córneas y mucosas.
- Vitamina B-3 (conocida como Vitamina P, PP o Niacina). Está presente en las reacciones de oxidación y reducción propias de los procesos de generación de energía a partir de los carbohidrato, las proteínas y las grasas. Además, interviene en la síntesis de hormonas sexuales.
- Vitamina B-12 (Cianocobalamina). Sintetiza la metionina y la timidina en la duplicación del ADN y en la síntesis de acetil CoA para la mielinización del SNC. Es decir, su déficit puede generar alteraciones graves en la síntesis del ADN.
- Vitamina B-5 o Ácido Pantoténico. Interviene en la formación de la Coenzima A, indispensable en la respiración celular y la producción de energía.
- Vitamina B-6 (Piridoxina). Colabora en el transporte de los grupos amibo de los aminoácidos, que participan en procesos como la formación de mielina o el almacenamiento de hierro.
- Vitamina B-9 o Vitamina M (Ácido fólico). Participa en la síntesis de purinas indispensables en la formación de ADN y ARN.
¿Qué alimentos contienen estas vitaminas?
Las vitaminas del grupo B enumeradas anteriormente se encuentran en productos como el pescado, la carne de cerdo, las vísceras, los cereales, los vegetales verdes, los frutos secos, las legumbres, la jalea real, los huevos o la levadura de cerveza. Una dieta rica en ellos es el complemento ideal para mejorar el rendimiento obtenido con el ejercicio físico.
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