Dicen las estadísticas que, en general, el consumo de alcohol aumenta notablemente en la época estival. El calor, las sesiones de playa o de terraza y la relajación propia de las vacaciones favorecen los excesos en este ámbito. La cerveza y los cócteles se convierten en el mejor remedio para las altas temperaturas. El problemas es que, en ocasiones, nos excedemos en los límites. Las resacas veraniegas son ya todo un clásico, pero ¿qué ocurre cuando eso se convierte en la tónica general de nuestras vidas? El alcoholismo es un grave problema en nuestra sociedad. A pesar de que este tipo de bebidas se encuentren integradas en nuestra cultura y que hasta hayamos hecho de ellas un símbolo gastronómico distintivo, ello no debe ser impedimento para reconocer cuándo su consumo supera los límites de lo razonable. ¿Cuáles son los síntomas del alcoholismo?
Definiendo el alcoholismo
Hablamos de alcoholismo para referirnos a la dependencia o adicción física a las bebidas alcohólicas. Es un problema que afecta a quien lo sufre de muy diversas formas, condicionando desde el equilibrio de su organismo hasta su estabilidad mental y emocional. El alcoholismo es, además, uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de otras patologías asociadas como hepatitis o cirrosis, cáncer, depresión, etc. Su tratamiento pasa por la admisión de la condición de alcohólico por parte del paciente, una tarea que no siempre es sencilla. De todas formas, si bien en una primera fase puede llegar a disimularse, el alcoholismo en fase avanzada presenta rasgos inequívocos.
Características del alcohólico
Una persona alcohólica, se encuentre en la fase en la que se encuentre, tenderá a desarrollar las conductas siguientes:
- Intensa necesidad de beber alcohol
- Falta de control sobre la cantidad de alcohol ingerida, así como sobre el inicio o la suspensión del consumo
- Deseo de beber alcohol incluso estando solo, ocultándose de su entorno
- Síndrome de abstinencia cuando no existe posibilidad de consumir alcohol
- Aumento de la tolerancia al alcohol, requiriendo mayores cantidades para lograr los mismos efectos
- Problemas de memoria
- Interrupción de la rutina diaria