17 de junio de 2013

Toda la verdad sobre los tratamientos contra la caída del pelo


Mirarse al espejo y comprobar los avances de las entradas en las sienes es un gesto que miles de hombres hacen cada mañana. Y cada noche. La pérdida de cabello puede convertirse no solo en un una preocupación estética, sino en todo un trauma psicológico para quien la sufre. Normalmente afecta más a los hombres que a las mujeres, pues en ella interviene la hormona masculina por excelencia: la testosterona. Una vez se empiezan a percibir los primeros signos de calvicie, comienza una larga travesía del desierto a la búsqueda del remedio definitivo que frene el proceso irreversible. Cualquier solución parece válida, desde el consumo de ciertos alimentos hasta la aplicación de lociones y geles. Sin embargo, todas las esperanzas depositadas en ellos pueden verse a menudo transformadas en decepción. Y es que no siempre los tratamientos contra la caída del pelo son todo lo milagrosos que prometen ser. Descubramos más sobre la cara oculta delas vitaminas y los cosméticos.
                              
Luchando contra la calvicie
En un primer momento, suele echarse mano de algunos recursos más o menos caseros como introducir en la dieta semanal determinados productos. Es bien sabido que la alimentación tiene una gran repercusión no solo en el estado de nuestro organismo, sino también en el aspecto que presenta nuestra piel, nuestras uñas y nuestro cabello. Por eso, es interesante optar por comidas ricas en nutrientes que refuercen y mejoren el aspecto de este último. El hierro, el ácido fólico, las vitaminas A, B6 y B12 o el Omega 3 y 6 son esenciales para conseguirlo. Lentejas, tomate, zanahoria, hígado, germen de trigo, huevos, carne de pollo o las nueces no deben faltar en la mesa. Eso sí, la dieta por sí sola no es capaz de ofrecer resultados espectaculares. Para ello, se necesita recurrir a tratamientos farmacológicos específicos para la pérdida de cabello.

Los cosméticos para la alopecia: ¿placebo o realidad?
No hace muchas semanas, se celebraba en Madrid el I Curso de Actualización en Tricología. Allí, los expertos coincidían en subrayar que ciertos productos como geles, champús o lociones para la calvicie no tienen en realidad ninguna eficacia probada. El folículo piloso es muy profundo, por lo que el simple lavado y aclarado no consigue penetrar en él. Tampoco las vitaminas son mano de santo. Y es que no debemos olvidar que, por mucho que prime el impacto estético de la alopecia, ésta no deja de ser un problema médico y como tal ha de ser tratado. Es importante acudir a un especialista que valore las causas por las que se produce la pérdida de cabello en cada caso, pues la lista de las mismas es casi infinita. Será él quien determine qué medicación es la más adecuada. Los tratamientos con factores de crecimiento y los fármacos suelen dar buenos resultados, siendo además seguros para los pacientes.

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