Septiembre
es el mes de los buenos propósitos. Después de un verano en el que nos hemos
olvidado no solo de la rutina y su monotonía, sino también de algunas buenas
costumbres como el cuidado de la dieta y la práctica de ejercicio, llega el
momento de volver por nuestros fueros. No dejes que las cañas en el
chiringuito, las tapas a mediodía y los cócteles en las terrazas de moda sean
un lastre en tu puesta a punto para el otoño que está al caer. Para recuperar
el tono muscular perdido o comenzar a definir las zonas clave, no necesitas
convertirte en un adicto al gimnasio. Bastará con que tengas en cuenta algunas
recomendaciones que te harán sacarle un mayor rendimiento a tu actividad
física. Empieza por elegir las mancuernas más adecuadas para ti. ¿O creías que
cualquiera servía? Sigue leyendo y averígualo.
¿Qué son las mancuernas?
Si eres
un habitual del fitness, esta
pregunta te sonará ridícula. Sin embargo, puede que no todo el mundo esté
familiarizado en el término. En realidad, las mancuernas no son ni más ni menos
que las pesas tradicionales. Esta palabra, sacada de la jerga propia del ámbito
del deporte, ha conseguido una gran difusión en los últimos años y ha
conseguido desbancar a la denominación clásica. Por eso, todo fan del gimnasio
que se precie ha de conocerla (y utilizarla). Se definen como pequeñas barras que
llevan un lastre en sus extremos. Las mancuernas pueden ser de muy diversos tipos, en función sobre todo de los materiales con los que estén hechas, así
como de su tamaño y su peso. Hablamos, por lo tanto, de mancuernas con agarre metálico,
mancuernas de discos, mancuernas macizas, mancuernas de látex o mancuernas con
agarre de goma. Éstas están consideradas una opción más que recomendable por su
seguridad y buen agarre, garantizando una mayor comodidad al usarlas. Las de discos
están prácticamente en desuso, pues la necesidad de añadir pesos supone un
obstáculo a la hora de centrarse directamente en el ejercicio que se va a
realizar.
La mejor mancuerna para mí es…
la que,
con la experiencia, te garantice un mayor nivel de confort y seguridad. Para
saber cómo elegir entre la gama anterior, proponemos una serie de trucos:
- Busca
el peso correcto. Un peso excesivo puede desencadenar una lesión. Es mejor
empezar por un ritmo suave e ir incrementándolo que cometer el error de forzar
demasiado en el primer momento.
- Cuida
tu rendimiento. Para que tu entrenamiento sea realmente eficaz, has de elegir
una mancuerna que te permita finalizar todas las repeticiones de la serie programada
(nivel de fatiga medio-alto).
- Define
los objetivos. Antes de comenzar a usar mancuernas, piensa qué quieres
conseguir con ellas. No será igual el ejercicio para perder peso que para
tonificar o ganar masa muscular.
¡Ten en cuenta estos principios y disfruta de
la vuelta al gimnasio!
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