9 de septiembre de 2013

Falta de deseo sexual en el hombre: ¿mito o realidad?


La sexualidad masculina ha sido –y sigue siendo- caldo de cultivo de un sinfín de estereotipos y clichés que distorsionan su realidad. Uno de ellos es la predisposición permanente del hombre a practicar sexo, así como su elevado interés por el mismo. Diversos estudios respaldan la idea mucho más realista de que no todos responden a dicho patrón. De hecho, disfunciones sexuales como la falta de libido afectan a un porcentaje nada despreciable de varones adultos. Nos interesamos por las causas de este problema y sus soluciones. Y es que no hay que olvidar que las complicaciones asociadas a la sexualidad del hombre van mucho más allá de la impotencia y la eyaculación precoz.

¿Qué es la falta de deseo sexual?
La falta de deseo sexual, también conocida como baja libido o deseo sexual inhibido, es una patología bastante común que se caracteriza por la ausencia de interés en mantener relaciones íntimas.  Dependiendo del grado de la misma, hablaremos de deseo sexual inhibido de tipo primario o secundario. Mientras aquél afecta a hombres que nunca han mostrado ninguna inclinación por el sexo, el secundario sucede cuando la libido sufre un descenso repentino y más o menos duradero. No hay que confundir este tipo de patología con las frecuentes diferencias en los niveles de actividad sexual dentro de una pareja. Tampoco se incluyen dentro de esta categoría situaciones en las que el hombre se muestra menos receptivo a la estimulación íntima a causa de circunstancias ambientales como el consumo excesivo de alcohol u otras sustancias excitantes.

Causas de la falta de deseo sexual en el hombre
Esta disfunción sexual masculina no suele tener un origen físico. De hecho, la realización de exámenes médicos y pruebas de laboratorio difícilmente ayudará a la hora de su diagnóstico. Tan solo serán válidos cuando la causa de la falta de deseo sexual esté directamente relacionada con un descenso en los niveles de estrógenos, la hormona masculina encargada de regularla. De todas formas, un porcentaje elevado de los casos de baja libido en el hombre suele estar asociado a factores de tipo psicológico. Los problemas de pareja ocupan un lugar importante entre ellos. A pesar de que tendamos a considerar que el placer masculino está mucho más ligado al aspecto físico y la estimulación genital, la mente juega en ello un papel clave. Si no existe una buena comunicación o si hay problemas en la relación, puede que el hombre vea canalizada su tensión a través de la falta de excitación. El estrés y la fatiga también pueden  desencadenar una bajada del deseo sexual. Ésta es frecuente además en hombres que han sufrido malas experiencias anteriores o presentan algún tipo de trauma relacionado con la práctica del sexo.

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